El término ortognático se origina del griego, Orthos, recto, y Gnathos, mandíbula. Por lo tanto la cirugía ortognáticas tendrá como finalidad mover la mandíbula a una posición más adecuada, más estética, más funcional y por supuesto más saludable. Esto se logra a través de la combinación de dos áreas o especialidades médico-odontológicas: la ortodoncia mueve los dientes y la cirugía maxilofacial mueve los huesos.
Entre un 8 y un 12 por ciento de la población mundial presenta algún tipo de desequilibrio relacionado con los dientes y el rostro, es decir, padecen de discrepancias dentofaciales, que afectan tanto a los dientes (dento) como a la cara (facial).
La cirugía ortognática puede corregir una serie de problemas menores o mayores de las quijadas, y puede mejorar la mordida, hablar, y hasta respirar. La apariencia del paciente, luego de una cirugía ortognática, puede verse dramáticamente mejorada, aunque el propósito esencial de esta cirugía es corregir problemas funcionales.